ALGO MAS SOBRE LA ECUACION DE LA VIDA

En la décima Joya del Dragón Amarillo, el V.M .Laksmi dice: “Antes que nosotros pensar en ascender espiritualmente, tenemos que ser Reyes de la Naturaleza y para ser Reyes de la Naturaleza tenemos que doblegar todas esas apetencias negativas del elemento Agua, Aire, Tierra y Fuego que tenemos aquí.”
Se conoce que la Bendita Madre nos creo estos cuerpos (y además los alimenta y sostiene) a partir de los cuatro elementos y sus diferentes transformaciones alquimicas.Dichos elementos están en nuestra naturaleza interior, naturaleza que debemos vencer o dominar (no eliminar).

Estos elementos de nuestra naturaleza interior, creados, movidos y habitados por chispas divinales elementales, producen ciertos estados, expresiones o manifestaciones propias de ellos que pueden antagonizar con el trabajo interior que estamos realizando: La tierra induce a la inercia (pero no es pereza); el agua alborota las energías sexuales; el aire mueve la mente a generar pensamientos y mas pensamientos; mientras que el fuego activa las emociones y sentimientos.

El elemento en si mismo no es malo, sino, que tiene su “naturaleza característica “, y si nos atrapa desprevenidos; el yo x o y aprovecha esas condiciones para moverse el en ese vehiculo o ese medio y someternos a sus caprichos, cuando quien debería moverse allí es la esencia o la conciencia.

El agua genera reacciones sexuales que no necesariamente son manifestaciones egoicas.Tomemos el caso de un niñito de 3 o 4 cuatro meses de nacido, ¿son sus erecciones producto de la lujuria? Claro que no. ¿Todas las manifestaciones sexuales de un hombre, p.e., al despertar por las mañanas,¿ son reacciones de lujuria? Claro que no. Es la expresión espontánea del elemento agua o de los elementales que en ese momento están manejando una fuerza propia de ellos.

Estos estados pueden ser aprovechados por el yo o también pueden ser manejados por la ESENCIA para nutrirse y crecer si es que contamos con TE-LE-MA PARA MANEJAR LA SITUACION.

En el caso del aire el no pensar, pero con la conciencia como testigo de que ese no pensar es a voluntad. No como el borracho que no piensa, pero su conciencia no es testigo de nada. Si la tierra nos induce a no hacer nada. Fácilmente podemos caer en la pereza. ¿Donde esta la frontera entre la expresión del elemento y la del yo?

Si la humana persona se alimenta con los 4 elementos de la naturaleza exterior (ver los temas La Naturaleza 1 y 2); ¿no seria posible nutrir la esencia con esos mismos elementos de la naturaleza interior?

Recordemos que la alquimia no es tan solo transmutación sexual. Más bien, la transmutación es una pequeña sección de la alquimia.