Haciendo a nuestro favor

Respecto a la ley del karma, que nos dice: debemos dar para recibir, debemos comentar que tenemos muchas oportunidades para dar, en las acciones pequeñas, cotidianas, sencillas, casi imperceptibles de nuestro diario actuar.

En nuestro hogar con nuestra familia, donde las conductas y situaciones están establecidas desde hace mucho tiempo, y en donde no percibimos las consecuencias de nuestros actos, ahí, tenemos muchas oportunidades para crecer espiritualmente, mejorando nuestra relación con la gran ley.

Acciones como levantar los platos después de la comida, llevar la ropa sucia al lavadero, tender la cama propia, lavar los platos sucios, ¿porque no? Barrer y trapear, serán de gran ayuda para un ser muy sacrificado por nuestra cultura como es nuestra madre.

También se gana karma, por el bien que no se hace pudiendo hacerse. En la familia están establecidos los roles y las obligaciones de cada quien en forma tacita y es a la mama a quien le toca la mayor parte de la carga. ¿No crees que ganemos karma por no ayudarla pudiendo hacerlo?

Pero además, ayudar con las tareas a tu hermano o hermana mas problemática para ti, o llevarle un vaso de agua con amabilidad y desinterés a tu hermano, o las palabras que usas y la entonación de tus oraciones. Porque sabemos llevarnos bien o excelentemente con los amigos, vecinos, e incluso los perdonamos y todo sigue bien, pero con la familia, con los hermanos, con los papás, es otra situación, aquí no tenemos tolerancia ni deseos de mejorar las cosas, sin embargo, es el mejor gimnasio para enfrentarnos a si mismos.

Todo gnóstico verdadero, debe cambiar al mundo, pero empezando por si mismo, somos cristianos y Cristo es el verbo, lo cual significa acción, y si en las cosas sencillas y cotidianas no lo podemos lograr, menos lo haremos con los grandes retos, debemos ser los que provoquemos el cambio y no de los que esperan que las cosas sucedan por si mismas.

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Saludos

gnoster